viernes, 4 de noviembre de 2016

Ajoarriero a la navarra (Receta de un navarro)


Ingredientes:

Para una cazuela de barro "medianita":
-800 gr de Bacalao en salazón
-2 patatas medianas
-1 pimiento verde mediano (no italiano)
-1 cebolla no muy grande
-3 dientes de ajo
-1/2 bote de tomate triturado de kg (o sea, medio kilo de tomate triturado.. jiji)A mi me gusta, particularmente, el tomate Beltoro, pero cada cual tiene sus preferencias.....y si es casero, ya...perfecto....


Lo primero  y principal, desalar el bacalao  (con su piel) durante 24 horas, cambiando el agua cada 8 horas, conservándolo en la nevera. Asegurarse de que no se quede salado, probándolo.
Una vez desalado, desmigarlo procurando eliminar bien las espinas, y aprovechando las pieles (facultativo). Las pieles, aunque luego se quitan, le da una melosidad el guiso muy agradable.

A la marmita:     
Trocear el pimiento, la cebolla, las patatas (finitas, como para tortilla) y los ajos.
Poner aceite en dos sartenes y freír…..
………….Por un lado: El pimiento, la cebolla, y el ajo, sin que se quemen.
………….Por otro lado: La patata.

Cuando ya tenemos las dos “fritangas”, mezclarlo todo en un recipiente, escurriendo el aceite, y reservar.
En una cazuela de barro, echar aceite del frito de las verduras, y sofreír el bacalao desalado y desmigado, no demasiado, sólo hasta que se tome color blanquito.
Una vez toma ese color, añadir el tomate triturado. Aunque parezca “caldoso”, no pasa nada.
Dar unas vueltas al bacalao y al tomate para mezclarlo bien, y añadir el mezcladillo de pimiento, cebolla, ajo y patata.
Mezclar todo bien y, con el fuego muy suave, ir removiendo de arriba abajo para conseguir amalgamarlo todo bien (no debe quedar como un puré, pero sí todo integrado)
Debe cocer todo junto como media hora (a veces con menos basta), procurando no dejar de remover para que no se queme.
Se puede comer como plato único o bien untándolo en buenas rebanadas de pan.
En ocasiones se pueden añadir unos cangrejos de río, o unas gambas, o incluso unas almejas….eso ya va a gustos.

Bon profit!!!            

Bollitos muy tiernos…Sin leche, ni huevo, ni azúcar, con Tang Zhong

Tuneando una receta del blog de Maite,  de "entucocinayenlamia", y en el ánimo de utilizar espelta en la elaboración de sus bollitos.
Ingredientes:
-Para el Tang Zhong....

*20 gr de harina de espelta y 100 gr de agua
-Resto de ingredientes....
*330 gr de harina de espelta blanca

*80 gr de agua
*30 gr aceite de oliva virgen
*10 gr de miel
*6 gr de levadura fresca (probaré con menos) Menos levadura=más reposo.
*Una pizca de sal, unos 2 gr.
-Para pintarlos....
*1 cucharada de semillas de lino algo trituradas a remojo con 3 cucharadas de agua. Dejarlas un par de hora en remojo. Colar, y pincelar. Si os gusta su sabor, se pueden incorporar a los panecillos.
¡¡¡A la marmita!!!......


1. Preparar el tang zhong: en un cazo poner el agua y la harina, a fuego medio/bajo removiendo con un batidor de mano, unos minutos, hasta que espese con consistencia de natillas. Apartar y dejar enfriar un poco.
2. Mientras, mezclar en otro cuenco el resto de ingredientes: harina, agua con la levadura disuelta, aceite, miel, y sal.
3. Agregar el tang zhong ya enfriado, y amasar hasta integrar todos los ingredientes.
4. Hacer una bola y dejar en cuenco tapada con un plástico, y sobre este un trapo.
5. Reposo hasta que casi doble el volumen. (Pueden ser, desde 45', hasta 1 hora y cuarto)
En este punto, y ya arrancada, yo la metí en la nevera hasta el día siguiente, pero no es preciso, e incluso será mejor no hacerlo (la próxima vez sin retardo)
Seguimos....
6.Volcar la masa sobre la mesa con un pelín de harina (siempre espelta), la justa para que no se pegue. Desgasamos, presionando un poco, hasta dejarla como si fuera una torta de un dedo de grosor.
7. Partimos trozos de masa del tamaño que queramos hacer, y vamos formando bolas con cada porción de masa y las dejamos reposar sobre la mesa con orden. Como Maite  recomienda, en cuanto has terminado con la última bola, pasas a hacer con la primera bola el primer bollito.
8.Aplanas la bola y enrollas un poco de los lados, y luego de arriba y abajo, sellando bien para que no se abran.
9.Se van poniendo los bollitos en la bandeja de horno, con papel de hornear,  aplastándolos levemente con la palma de la mano, y se dejan reposar otros 30' o 45'.
10.Unos 10 minutos antes de que estén listos para hornear, precalentar el horno a 170°/180°.
11. Cuando vemos que han aumentado volumen suficiente, sin pasarse, los volvemos a presionar un poco con la mano y los "pintamos" con lo que queramos......
Si no hay intolerancias, se pueden pintar con huevo, leche,...y si las hay, con el agua espesada de lino, simulando clara de huevo.
Tb se pueden meter trocitos de chocolate (poco) al enrollarlos
12.Horneamos a 180° entre 15 y 20 minutos, calor arriba y abajo....sabiendo que cada horno es un mundo, y que según el tamaño será un tiempo u otro.
Yo los hice de 40 gr, me salieron 13 más uno de 25gr y los tuve a 170° unos 20'....me parecieron muy blancos y los metí 5 minutos más, un poco arriba, para darles color. Entiendo que a 180° hubiera bastado con 20 min. Y los puse en la 2° posición de altura.
A Maite le salen más morenitos; igual mejor meterlos en la bandeja del medio.
 Masa ya levada, a los 45 minutos de haberla dejado en el cuenco.
 Masa recién sacada de la nevera al día siguiente.
 Haciendo las bolitas.
 Esta vez fueron de 40 gramos.
 Enrollando las bolitas, tras el reposo mientras se hacen todas, para formar los bollitos. En 4 o cinco metí unas perlas de chocolate al enrollarlos.
 Preparados ya en reposo sobre papel, en  la bandeja del horno. Unos 45 minutos.
 Ya en el horno, con calor arriba y abajo. Estuvieron 20 minutos a 170º, y casi 5 minutos sólo arriba para ponerlos morenitos. La próxima vez, a 180º.......
Et voilà!!
Me encantó su sabor y resultaron muy tiernos......

jueves, 20 de diciembre de 2012

Como un fantasma


Desaparecida


Un día fuiste certeza
pero contaste mentiras,
provocando el abandono
el desconcierto y la ira.

-“Hay palabras suficientes,
muchas,
y adjetivos,
y un solo nombre para definirla.”-

Sin tener que ver contigo,
te metiste a  “chafa-charcos”;
desapareciste un día .......
vergüenza de sinvergüenza.

Como Diosa te creíste,
y engreída vives.
Tres veces me la jugaste
que no perdono.
No sabes lo que te pierdes....

GUISO DE PATATAS CON BACALAO EN CAZUELA DE BARRO


GUISO DE PATATAS CON BACALAO EN CAZUELA DE BARRO
(Para 2 personas)

Ingredientes:
8 o 9 tiras anchas de Bacalao desalado (del que venden desmigado ya en tiras)
3 patatas medianas
3 puerros
Una ramita de perejil
Un poquito de pimentón dulce
Eneldo en polvo
Pimienta blanca molida
Una cucharada de almendra picada (mejor que molida)
Aceite de oliva
_No se me ha olvidado  el ajo, ni la  cebolla, ni el  tomate, ni la sal.  No lo necesita.

Preparación:
Pelar las patatas y cortarlas a rodajas de ½ dedo de anchas y las que queden más grandes, también por la mitad. Los trozos deben quedar de un grosor y tamaño que no tarden demasiado en cocer, pero que tampoco se queden deshechos.

Remojar durante ¼ de hora las migas de bacalao; aunque sea desalado, va bien  para quitarle la poca sal que le pueda quedar por fuera.  Desmigarlo un poco más de lo que esté (dejarlo a trocitos pequeños).

Cortar de  los puerros la parte blanca (como 10 cm) que es la más tierna. El resto se puede reservar para hacer otro día un caldo. Pelar la primera capa, rasgar a lo largo y lavar, por si llevaran restos de tierra. Cortarlos en rodajas finitas (en juliana), como para sofrito.

Trocear menuda la ramita de perejil.

Colocación de ingredientes en la cazuela:

La cazuela de barro que yo utilizo para 2 personas, es una de 25 cm de ancho, pero se estrecha hacia abajo, dándole un poco de profundidad.
 
1-Echar un chorro de aceite de oliva.
2-Agregar  las patatas para rehogarlas un ratito y vigilar que no se peguen. Darles un par de vueltas.
3-Añadir el bacalao desmigado y troceado sobre las patatas. Darle un par de vueltas.
4-Añadir el puerro troceado sobre las patatas y el bacalao.  Si es necesario, añadir un poco más de aceite.
Ir removiendo todo junto para que no se pegue.
5-Añadir la almendra picada  e ir moviendo de vez en cuando, durante un par de minutos.
6-Añadir una puntita de pimentón dulce y espolvorear un poco de eneldo y pimienta molida, remover, y añadir el perejil  trinchado.

Darle a todo una vuelta para integrar, y añadir 2 vasos anchos de agua que es más o menos  lo que cubre todo el guiso. Si se ve que queda un poco corto, añadir un poquito más. Hay que tener en cuenta que las patatas se tienen que cocer bien, y que el guiso se espesará un poco,  que es lo apetecible.

Tapar en parte y dejar cocer en un fuego pequeño (adecuado a la base de la cazuela) y al mínimo, con la fuerza suficiente para que no deje de hervir. Ir moviendo de vez en cuando para comprobar que no se pega. En cuanto estén las patatas casi cocidas, apagar y se acaban de cocer con el calor residual de la cazuela de barro.

¡¡¡ Que aproveche!!!!
 
En un futuro procuraré incluir alguna fotografía del resultado.

miércoles, 6 de julio de 2011

Una de tortilla de patatas

Ayer sufrí una odisea con una tortilla de patatas.. bueno con lo que quiso ser una tortilla de patatas. Como dicen que la patata cocida es mas sana que la frita y tal, y tenía unas patatas que empezaban a grillarse y 2 huevos, pensé "pues las cuezo y me preparo una tortilla sana". Y así lo hice, cocí las patatas, batí los huevos y apagué la placa de la Vitro-cerámica. Pelé las patatas, las troceé y las eché al huevo que había batido y me dispuse a encender otra vez la "vitro". Ahí empezó mi odisea.... Eran las 12,30 de la mañana; la vitro de tu hija es táctil y con mi dedo, que mira que es grande y es imposible no ser detectado, le di al "botoncito" de encendido.. ¡¡¡ uyyy!!! no se enciende.... Me quedo mirándola, como queriendo intimidar, y lo vuelvo a intentar... Nada. Me lavo las manos, lo intento de nuevo y .... nada. Limpio la vitro por esa zona (aunque ya ves...yo la voy a tener sucia...), vuelvo a darle.... nada. Mientras tanto el huevo iba siendo absorbido por la patata cocida. Cojo el manual, que lo tiene tu hija allí archivadito, y empiezo a buscar el motivo por el que pudiera no encenderse, y uno de ellos es por estar mal enchufada.... imposible comprobarlo porque el enchufe está detrás del horno, y hacen las cosas tan mal que no hay manera de sacarlo.... ¡¡¡está encastrado !!!; otro motivo que esté sucia la zona... bueno, pues como si no lo tuviera claro, lo vuelvo a limpiar. A todo esto yo de pie, y ya eran las 2 de la tarde, ... y sin comer. Así que me hice un montadito con lomito embuchado, de ese que le gusta a tu hija, y "panecito", y bueno... yo de vez en cuando miraba la encimera, así como vigilándola ¿sabes? .. por si era de efecto retardado, lo del encendido, digo. Volví a lavarme las manos, volví a limpiar la placa .... y nada. Ya, llamé a tu hija desesperado y le pregunté si conocía las palabras mágicas para encender la encimera, ya que señalándola con el dedo no me obedecía, y me dio la fórmula mágica: "yayo, simplemente pon el dedo sobre el botón, lo normal,... como siempre". Resignado, volví al ataque, por eso de "voy a hacer caso a mi nieta"..... Así que pulso y ¡¡¡ohh!!! 4 de la tarde, se ha encendido. Y pensé, “es que no hay nada como preguntar cómo se hacen las cosas para hacerlo bien desde el principio”....(?)
A todo esto, el proyecto de tortilla empezaba a ser algo parecido a un engrudo, pero como ya no tenía más huevos,.. para añadir a la mezcla quiero decir.., decidí aprovechar que se había encendido el bicho y hacerla igualmente. Mira, ayer cené tortilla y hoy he comido tortilla. Aunque del modo que quedó, si me la dan por ahí no me la como, desde luego, ... pero como la había hecho yo y se lo que llevaba, pues ha caído toda. Y nada.
Oye me voy a ir que creo que te estoy entreteniendo ya demasiado rato.


jejej :P es una historia o es de verdad?

Es de verdad, le pasó a mi padre. Y la semana pasada estuvo 4 horas (y si, dijo 4) delante de la nevera (literalmente de pie), (que tardaron 1 mes en reparar porque no daban con la pieza que fallaba), escuchando y anotando los intervalos de tiempo en que se conectaba y desconectaba, para, por si volvía a fallar, poder dar datos precisos al técnico.... vamos, un auditor total de neveras.;)

viernes, 6 de mayo de 2011

Sin queriendo




                       Lo que quise querer   
                       no he tenido,
                       Me quedé con la verdad
                       inesperada
                       y se fue la mentira
                       acobardada.

                       Ni el “Sunsum Corda” me libra
                       de esperar lo que quería,
                       que aún tardando  en llegar...
                                   .... yo lo querría.

                       Un deseo al Universo
                       lanzo como una pelota:
                       que lo que quiero me siga
                       aunque sea mi derrota...
                       

                       Esta será mi victoria
                       no perder lo que quería,
                       que aún queriendo no olvidarlo
                       casi, casi, ... se me olvida.

                            No me la juego,
                            cual pierde-casas,
                            con buscapleitos
                            de manga ancha.

                       Si de querer,
                       con el gerundio son feliz
                       y consigo, además, ser
                       su participio pasado,
                       qué más puedo pedir,
                       sino seguir queriendo.

Confusión



Colgando de un hilo. Alguien mueve nuestros pies, nuestras manos, nuestros sentimientos, nuestros impulsos... y no siempre son ordenes recibidas de nuestro cerebro ni dictados de nuestro corazón. ¿Por qué no nos descolgamos y escuchamos nuestras propias razones y nuestro propio sentir? ¿Por comodidad? ¿Para no responsabilizarnos de nuestras acciones? De este modo siempre encontramos el pretexto para justificarnos, aludiendo “eso no quería hacerlo, pero me sentí influenciada”... “yo no pienso así, pero no hay más remedio”..... ¡ Que fácil !. Así nunca somos culpables de nuestros despropósitos. Perdemos autenticidad.
Al mismo tiempo, también nosotros influenciamos y confundimos a quienes nos rodean, con nuestros devaneos, nuestras suspicacias, y nuestras acciones incongruentes.
¿Qué más dará? Total.... para cuatro días que estamos en este mundo. Así nos desubicamos y jugamos al despiste.
¿Cuántas cosas se nos quedan por hacer y cuantos pensamientos por transmitir? Cuando por fin tomamos conciencia de que no actuamos según nuestras propias convicciones, e intentamos poner solución y rectificar, descubrimos que no tenemos agallas para manifestar aquello por lo que realmente nos movemos. Tenemos miedo a no ser tomados en serio, y más aún cuando la falta de credibilidad es una de las máximas que imperan hoy en día. No nos creemos ni a nosotros mismos.... ¿cómo vamos a convencer al resto del mundo?
“Así es la vida, y así la dejaremos”... nos decía un día un hombre muy mayor, habitante de un pueblecito de montaña.
¿Qué podemos hacer? ¿Pasar por esta vida en silencio, de puntillas, como si de un alma en pena se tratara e incluso sujetando la bola que llevamos atada a las cadenas para que no arrastre ni moleste a nadie?
¿O aventurarnos a vivir haciendo ruido, haciéndonos notar, dando que hablar, y entretejiendo esa tela que, como hace una araña, haga caer a nuestro alcance toda una serie de oportunidades nada desdeñables?
No tenemos excusa para no actuar según nuestro propio criterio, y sin tener que justificarnos continuamente, como si con ello soltáramos el lastre que nos convierte en el punto de mira de quienes no nos quieren entender, o de quienes no nos aceptan tal cual somos. No es preciso sentirse culpables eternamente de los “errores” cometidos, siendo vistos estos mismos como tal por unos, y no necesariamente por otros. Me niego a excusarme cada dos por tres, y a escuchar las excusas de los demás sin pedirlas. A lo hecho... pecho. Y si lo hecho ha caído mal, pues a levantarse tocan.

"Excusatio non petita, accusattio manifiesta" -Excusa no pedida, culpa manifiesta.